Impacto ambiental por actividad minera en Portovelo
- noti g7
- 18 feb 2024
- 8 Min. de lectura
Un Legado de Contaminación y Desafíos para las Comunidades Locales

El cantón Portovelo, situado en una hermosa región de la provincia de El Oro, Ecuador, por muchos siglos ha sido testigo de la actividad minera. Desde la llegada de los colonizadores españoles en busca de oro hasta las operaciones modernas, la extracción de minerales ha dejado una profunda huella en esta tierra. Sin embargo, este legado de riqueza mineral también ha traído consigo contaminación y desafíos para las comunidades locales. En este reportaje especial, exploraremos a fondo el impacto ambiental de la actividad minera en Portovelo y las consecuencias para la salud humana y el medio ambiente.

La Historia de la Minería en Portovelo
La historia de la minería en Portovelo se remonta a los tiempos de la colonia española, cuando los conquistadores llegaron en busca de oro y plata. A lo largo de los siglos, la región ha sido explotada por empresas mineras locales y extranjeras, dejando un legado de relaves mineros y contaminación ambiental.
Una de las empresas más destacadas en la historia minera de Portovelo fue la South American Development Company (Sadco), que explotó las minas de la región desde 1896 hasta 1950.
Durante este período, la actividad minera se llevó a cabo sin restricciones ni regulaciones estatales, lo que permitió la liberación indiscriminada de desechos mineros en el entorno. Hoy en día, desde la parte alta de la provincia de El Oro, los mineros continúan dejando caer los relaves al río Calera, que pasa por el poblado de El Pache, exacerbando aún más la contaminación en la zona.

Fuentes de Contaminación
La actividad minera ha generado diversas fuentes de contaminación en Portovelo. Desde la extracción del mineral hasta el procesamiento y la eliminación de desechos, cada etapa del proceso minero ha contribuido a la liberación de sustancias tóxicas en el medio ambiente. Entre los elementos contaminantes más comunes en la región se encuentran el cianuro, el mercurio, el plomo y otros metales pesados.
Según Luis Bravo Vásquez, jefe de la unidad de gestión ambiental municipal de Portovelo, en la actividad minera se generan diversos tipos de residuos, tanto sólidos como líquidos. Uno de los mayores impactos ambientales proviene de los relaves o desechos mineros, cuya disposición irresponsable ha sido una preocupación constante. “Este problema no es exclusivo de nuestro cantón, ya que la actividad minera se desarrolla desde zonas más altas como Atahualpa y Zaruma, afectando el ecosistema del río Calera, que ha perdido toda su vida acuática debido a la destrucción de su sistema”, agregó. “En cuanto a los residuos sólidos, actualmente se ha mejorado su manejo, con un cumplimiento del 90-95% en la gestión de desechos peligrosos por parte de los titulares mineros. Los residuos comunes son gestionados por la empresa pública de gestión de residuos sólidos Engirzapp, lo que evidencia un manejo más responsable de esta problemática”, concluyó.
Impacto en la Salud Humana
Los efectos de la contaminación minera en la salud humana son alarmantes. Altos niveles de metales pesados en el agua y el suelo han causado enfermedades gastrointestinales, problemas respiratorios, trastornos neurológicos y cáncer en las comunidades locales. Los residentes de Portovelo enfrentan una grave crisis de salud pública debido a la exposición crónica a sustancias tóxicas.

Según el concejal de Portovelo, Luis Maldonado Montoya, médico ocupacional de profesión, con más de diez años de experiencia tratando personas involucradas en la actividad minera, manifiesta que dentro de la minería las detonaciones y la manipulación de materiales generan polvo que contiene químicos y metales, como el silicio, que pueden obstruir los bronquios y causar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La falta de uso de equipos de protección personal como guantes, mascarillas y gafas de protección, puede llevar a enfermedades pulmonares irreversibles en el futuro. Además, existen riesgos de dermatitis, alteraciones oculares y gastrointestinales, así como la posibilidad de ingerir agua contaminada dentro de las minas.
“La minería también contamina el agua, el suelo y el aire, lo que afecta no solo a los trabajadores mineros, sino también a la población en general. La extracción de cuarzo, por ejemplo, puede implicar el uso de mercurio, que provoca intoxicación y puede desencadenar una serie de problemas de salud, como cambios de humor, temblores, alteraciones de la memoria y otros síntomas neurológicos” aseveró. “He visto casos de enfermedades graves, como la pulmonar obstructiva crónica EPOC, que han resultado en incapacidades permanentes y jubilaciones anticipadas. Incluso durante la pandemia de COVID-19, he observado cómo esta enfermedad ha exacerbado los problemas respiratorios en personas con enfermedades previas relacionadas con la exposición minera, llegando incluso al fatal desenlace en algunos casos”, recalcó.

Joseph Aguilar Loayza, médico ocupacional tratante del hospital Humberto Molina de Zaruma, asegura que un 3% de la población padece de tuberculosis. Entre las enfermedades más comunes entre los trabajadores mineros es el cáncer de pulmón y las enfermedades cardiovasculares. Estas enfermedades están estrechamente relacionadas con la exposición a gases tóxicos, polvo, radiación y sustancias químicas presentes en la minería.
“La exposición al mercurio y al plomo también es un problema significativo y puede resultar en intoxicaciones graves que afectan tanto la salud física como mental de los trabajadores mineros. Además, se ha observado un aumento en los casos de leucemia entre aquellos que han estado expuestos durante mucho tiempo a sustancias tóxicas en el ambiente minero”. “En el caso de la población infantil, la tuberculosis es una enfermedad especialmente preocupante debido a las condiciones de humedad y oscuridad presentes en las minas, que favorecen la propagación de la enfermedad. Es fundamental abordar estas cuestiones de manera urgente para proteger la salud de los trabajadores mineros y la población en general”, manifestó Aguilar.
Impacto en el Medio Ambiente
Además de afectar la salud humana, la actividad minera también ha tenido un impacto devastador en el medio ambiente circundante. La contaminación del agua ha llevado a la desaparición de especies acuáticas, la degradación de los ecosistemas acuáticos y la pérdida de biodiversidad. Los suelos contaminados y los relaves mineros han alterado irreparablemente el paisaje natural de la región.

Alex Molina, técnico de calidad ambiental de la oficina técnica de Zaruma, del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, manifiesta que todo el marco legal está determinado en la Ley de Recursos Hídricos y el Código Orgánico del Ambiente. Una vez que el Ministerio otorga las licencias ambientales, los titulares mineros están obligados a presentar informes de cumplimiento ambiental conforme a lo establecido por la ley y el código ambiental. La Ley de Recursos Hídricos, por ejemplo, prohíbe el vertido directo a los cauces naturales y ríos. Es crucial que quienes realizan minería conozcan estas regulaciones para cumplir adecuadamente con el marco normativo.
“En muchos casos, lamentablemente, se trata de un juego del gato y el ratón. Nosotros, como instituciones de estado, estamos constantemente controlando y especulando si se están cumpliendo las normativas. Es un esfuerzo compartido entre los actores mineros y las autoridades estatales para garantizar el cumplimiento de las regulaciones y evitar la contaminación de los ríos y cuerpos de agua”, manifestó.
Respuesta de las Autoridades y la Sociedad Civil
Es evidente que las autoridades ecuatorianas han enfrentado desafíos significativos en la regulación y control efectivos de la actividad minera en Portovelo a lo largo de los años. A pesar de las crecientes preocupaciones sobre la contaminación ambiental y los riesgos para la salud, las medidas implementadas hasta ahora han sido insuficientes para abordar adecuadamente el problema. Sin embargo, es importante destacar que la sociedad civil ha estado desempeñando un papel crucial al luchar incansablemente por la justicia ambiental y la protección de las comunidades afectadas.
Walter Apolo, líder de la oficina técnica del cantón Portovelo de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables (ARCERNNR), señala que la agencia tiene la responsabilidad principal de monitorear las actividades mineras en el distrito, abarcando desde labores subterráneas hasta la explotación de aluviales y canteras, así como el control de las plantas de beneficio. Además, la ARCERNNR está encargada de supervisar y combatir la minería ilegal en la región. Cuando se le preguntó sobre las demandas internacionales relacionadas con la contaminación, el funcionario explicó que este asunto se maneja desde la dirección ejecutiva y el Ministerio de Relaciones Exteriores. La agencia remite toda la información relevante sobre estas situaciones o actuaciones a las autoridades competentes para su posterior análisis y acción.
Perspectivas Futuras y Acciones Necesarias
El futuro de Portovelo y su comunidad está estrechamente ligado a las decisiones que se tomen en el presente para abordar el impacto ambiental generado por la actividad minera. Es imperativo tomar medidas urgentes para remediar la contaminación, proteger la salud de las personas y restaurar el entorno natural afectado. Esto implica una mayor regulación de la industria minera, una participación activa de la sociedad civil y un compromiso renovado por parte de las autoridades para proteger tanto los derechos humanos como el medio ambiente.

Luis Bravo Vásquez, jefe de UGAM, advierte sobre las consecuencias negativas que podría acarrear un modelo de extracción excesivamente agresivo. La sobreexplotación de recursos no renovables podría conducir al agotamiento de dichos recursos, dejando al cantón sin alternativas económicas viables. Dado que más del 70% de la población depende directa o indirectamente de la minería, es crucial implementar políticas públicas locales que fomenten una transición hacia actividades más sostenibles y diversificadas.
“En lo que respecta a la contaminación, es fundamental controlar de manera efectiva las descargas de relaves a los ríos para evitar demandas internacionales y problemas sociales graves. La proliferación de la minería ilegal, que opera sin ningún tipo de control, agrava aún más los impactos ambientales. Por tanto, es necesario adoptar medidas preventivas y reformar nuestras prácticas de gestión de recursos para evitar consecuencias devastadoras para nuestro cantón y sus habitantes”, concluyó Bravo.
Es importante destacar que la situación ha llamado la atención a nivel internacional, como lo demuestra la demanda presentada por la Federación Nacional de Agricultores del Perú ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el Estado ecuatoriano. Esta demanda, basada en el Protocolo de San Salvador, destaca la violación de derechos fundamentales, como el derecho a la salud y a un medio ambiente sano. Aunque la CIDH aún no se ha pronunciado al respecto, esta acción subraya la urgencia de abordar el problema de manera efectiva y justa.
El impacto ambiental de la actividad minera en Portovelo es un problema grave que requiere atención inmediata y acción decisiva. A medida que continuamos explorando las implicaciones de esta crisis, es fundamental que tomemos medidas concretas para abordar la contaminación, proteger la salud de las personas y preservar el medio ambiente para las generaciones futuras. Solo a través de un esfuerzo conjunto y coordinado podemos lograr un cambio significativo y asegurar un futuro sostenible para Portovelo y sus habitantes.

El caso de Portovelo en Ecuador ejemplifica los impactos devastadores de la minería descontrolada. A lo largo de los siglos, la actividad minera ha dejado una huella profunda en esta región, con consecuencias que van desde la contaminación del agua y del suelo hasta la pérdida de biodiversidad y la degradación del paisaje natural.
La falta de regulación efectiva y el control insuficiente por parte de las autoridades han permitido que las empresas mineras operen sin restricciones, causando daños irreparables al entorno natural y poniendo en peligro la salud y el bienestar de las comunidades locales. La contaminación del agua, el aire y el suelo ha generado una crisis ambiental que requiere una respuesta urgente y coordinada de todos los actores involucrados.
Es fundamental que se implementen medidas más estrictas para regular la actividad minera y proteger los recursos naturales de Portovelo. Esto incluye la adopción de prácticas mineras sostenibles, la restauración de áreas degradadas y la promoción de alternativas económicas que no dependan de la explotación de recursos naturales.
Además, es necesario que las autoridades ecuatorianas asuman su responsabilidad de proteger el medio ambiente y garantizar el derecho a un ambiente sano para todas las personas. La sociedad civil también tiene un papel crucial que desempeñar en la defensa de los derechos ambientales y en la exigencia de rendición de cuentas a las empresas mineras y a las autoridades gubernamentales.
En última instancia, la preservación de Portovelo y de otros lugares afectados por la minería requiere un compromiso colectivo frente a la sostenibilidad ambiental y el respeto por los derechos humanos. Solo mediante una acción concertada y decidida podemos garantizar un futuro saludable y próspero para las generaciones venideras en Portovelo y en todo el mundo.
Autores: Santiago Gallegos, Selena Jumbo, Pamela Requena, Pablo Sarango & Yasmany Sisneros
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA
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